Turismofobia: la falacia que convierte al vecino en antisistema
Las protestas contra el turismo desaforado, incluso las más radicales,no son una muestra de odio hacia el turista sino una manifestación contra la sobreexplotación de algunas ciudades españolas. El modelo de ciudad turística convierte las viviendas, las calles y los servicios en un producto destinado a contentar (y exprimir) al visitante.
Según el barómetro semestral de Barcelona, el turismo es la primera preocupación de los barceloneses por encima de la precariedad laboral y los derivados de la vivienda. Dos problemas, por cierto, directamente relacionados con la explotación turística extrema de la ciudad.
Ejemplo: en el barrio Gótico hay actualmente una proporción de siete turistas alojados por cada tres vecinos. Esto significa que el tópico de que Barcelona es un parque temático ya no es una metáfora. ,Port Aventurta en días de baja afluencia, tiene la misma proporción de clientes y trabajadores: 9.000 por cada 1.800. Pero los paralelismos se multiplican si examinamos el cambio que ha sufrido este barrio y sus aledaños en el sector servicios.
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